SINOPSIS:
El protagonista de esta historia, ambientada en la Francia ocupada por los alemanes, es un maestro “Albert Lory” (interpretado de forma magistral por Charles Laughton) un niño grande, mimado, tímido y cobarde, que esta enamorado de Louise (una maestra que trabaja en la misma escuela que él) después de una serie de peripecias, descubre una dignidad que no creía poseer. Ocurre en el juicio en el que está acusado de un asesinato que no cometió. Cuando hace brotar la valentía permanecía escondida en su interior, (desde mi punto de vista, esto sucede gracias al Profesor Sorel, su lucha silenciosa y su posterior muerte, hacen despertar a Lory y le llevan a reaccionar ante la tiranía) realiza un emocionante alegato contra la tiranía, una hermosa apuesta por la rebelión cuando los seres humanos son pisoteados, y ello partiendo del reconocimiento que cada uno debe hacer de sus propios errores, de sus íntimas debilidades, de sus pecados inconfesables...
TIRANÍA: Abuso o imposición en grado extraordinario de cualquier poder, fuerza o superioridad.
MI REFLEXIÓN
Esta película es una lucha por libertad,por la educación, por el ser humano... por la verdad. Parte de la simple idea, de que el ser humano está constituido de virtudes, pero también de miserias. Somos seres complejos que ofrecemos mil caras a la vez y aprender a reconocer los fantasmas que nos habitan, es condición esencial para poder seguir andando, para seguir nuestro camino en solitario y en la sociedad.
Por lo que esta película, exige de nosotros, los espectadores, que "nos mojemos", que nos involucremos en la película. Si lo hacemos ante la pantalla, casi dentro de ella, es muy probable que también lo hagamos ante la vida, ante nuestra responsabilidad que, como ciudadanos que somos (o queremos ser), debemos afrontar cada día.
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